A grassroots campaign in Venezuela

Venezuela’s opposition came up short again, but this campaign was different.

Venezuelan President Hugo Chavez won his fourth term in office on Sunday, defeating an energized and emboldened opposition headed by Henrique Capriles. While it wasn’t as close as many had predicted (or as millions of others had hoped), there is a silver lining for the opposition: the race proved that real grassroots-style campaigning is weakening the country’s ruling class.

The 2012 campaign was very different than the one that reelected Chavez six years ago. What was a fractured opposition—comprised of more than 20 parties—worked to put aside their political differences and unite in the cause of defeating Chavez. It was part of what gave the opposition its best shot yet at ousting him.

The other difference (and maybe the more important of the two) was that Capriles embraced traditional grassroots campaigning in a way the country’s opposition had not previously seen. The 40-year-old lawyer and governor of Venezuela’s second most populated state was elected to lead the opposition in what was essentially a primary election. Well ahead of the election, Venezuela’s opposition parties formed a coalition—the United Democratic Committee (MUD is the Spanish acronym). MUD established a set of internal procedures ahead of the vote and organized primary contests. Six years ago, the opposition candidate was selected via survey.

By the time the campaign formally began in July, Capriles had embraced the fundamentals—door-to-door canvassing among them. The goal was to knock on as many doors as possible during the stretch of the campaign, but it wasn’t a blanket strategy—Capriles had targets. He knocked on doors with the aim of consolidating his core supporters and then targeted independents the campaign hoped Capriles could win over.

Over the course of the campaign, Capriles visited 300 towns and made almost three full campaign swings across Venezuela. While he focused on issues of national importance—crime and safety, for example—Capriles also localized his message. At many stops he highlighted the inability of the government to provide basic services like electricity, water and infrastructure. His campaign slogan: “There is a way.” (Hay un camino.)

Capriles was able to achieve what no other Chavez opponent had before—he succeeded in setting the campaign’s agenda during the final three weeks of the race. He focused many voters on bread and butter issues that Chavez was ignoring as the incumbent’s message centered more narrowly on ideology.

In part due to his recent health issues, Chavez’s campaign looked much different. The incumbent was more strategic about his campaign visits—he went only where his support was strong. Chavez also made the most of his campaign’s advantage when it came to resources. He relied much more on paid media advertising this time around, and he used the public airwaves. The government is permitted to use as many hours of TV and radio air time as needed to relay important public messages—a privilege Chavez decided to use for campaign purposes. It generated no formal objection from the National Electoral Council.

Chávez also refused to debate Capriles, dismissing his opponent as not worthy of sharing a debate stage with him. But by the time Election Day rolled around, there were some clear signs of concern from Chavez. During the final days of the campaign, Chavez admitted some mistakes and began pledging to increase government efficiency across the country.

While Chavez won fairly comfortably with 55 percent of the vote to Capriles’ 44 percent, the opposition’s share of the vote grew substantially from six years ago. The total opposition vote grew by nearly 34 percent, earning 2.1 million more votes than it did in 2006. In large part, the increase was a result of a commitment to an actual grassroots campaign on the part of Capriles, even in the face of entrenched opposition.

In just 67 days, Venezuela will go to the polls again. A total of 23 governors and state legislative representatives will be elected in a race that is sure to challenge MUD´s unity after the 14th defeat of opposition during Chávez’s tenure.

There will be plenty still at stake early next year. If MUD can hold together and continue to motivate and mobilize its supporters, there’s a chance to balance power between the president and governors, which would keep the opposition growing. If they fail and disappointed voters don’t show up, Chavez will have yet another opportunity to consolidate his hold on power.

Published on Campaigns and Elections Magazine on Oct. 10: http://www.campaignsandelections.com/campaign-insider/330372/a-grassroots-campaign-in-venezuela.thtml

Voy a votar en New Orleans

Hoy me dispongo a viajar para votar. Es la primera vez que me toca trasladarme de un lugar a otro para votar y no podía faltar mi voto en esta oportunidad.

En estos días de campaña hemos oído muchos mensajes orientados a los jóvenes, uno de ello, el que más llamó mi atención es el de aquellos que votan por primera vez. Conozco a un par de esos jóvenes que votan por primera vez y les toca como a mí, estrenarse no en una elección cualquiera sino en una elección presidencial. Mi primer voto, en aquel momento me parecía algo trivial, no me daba la ilusión que me da votar este próximo domingo. Aunque e votó es secreto les digo que voté por Arias Cárdenas, un voto perdido, un voto al vacío.

La elección presidencial de 2012 es la más importante y decisiva de todas en las que he participado. Me enorgullezco de haber votado en todas las elecciones y referéndum desde que tengo la edad para hacerlo. Esta vez creo, como muchos venezolanos, que mi voto cuenta más que antes, porque haremos historia.

La campaña de Henrique Capriles ha sido un camino en si misma, una demostración de lo que se puede hacer cuando hay foco e intenciones de lograr lo que nos planteamos. En particular, para quienes estuvimos en el partido Primero Justicia en sus inicios, independientemente de que estemos hoy o no, la candidatura de Henrique (o de alguno de sus dirigente) es como me dijo una amiga “algo que todos soñamos” y ese sueño, de ser el sueño de un partido yo es el sueño de un país, Venezuela entera ha demostrado que hay un camino y que el 7 de Octubre comienza una nueva etapa de la historia de nuestro país.

Escribo abordo del vuelo que me lleva a Baton Rouge, Louisiana, desde donde iré a New Orleans el domingo 7-O.

Llegamos al llegadero

Llegamos al llegadero

Venezuela llega a lo que llamaríamos los venezolanos ´al llegadero´ este 7 de Octubre. ¿Por qué? Porque los venezolanos tendremos la oportunidad de elegir a nuestro presidente para los próximos 6 años, luego de casi 14 años sin alternancia en la persona que toma las decisiones más importantes para el país.

Hugo Chávez fue ´lanzado al ruedo´ público en el golpe de Estado al presidente Carlos Andrés Pérez en 1992. Lamentablemente, o favorablemente para la historia Chávez no logró concretar el golpe contra el presidente Pérez. Más adelante nos daríamos cuenta de que ésa fue solo el encabezado de tareas que Chávez no lograría cumplir. Chávez fue electo presidente en 1998 obteniendo el 56,20% de los votos de los venezolanos que para entonces estaban cansados de gobiernos corruptos e ineficientes. Desde su llegada al poder Chávez modificó la forma de hacer política.

Desde su llegada a Miraflores (Palacio de Gobierno de Venezuela) Chávez comenzó a implementar su agenda política. En Abril de 1999 adelantó la solicitud de un referendo para convocar a una Asamblea Constituyente y darle así una nueva Constitución al país. La popularidad en ese momento le permitió lograr el apoyo del 87,75%  y una posterior mayoría en dicha Asamblea Constituyente. En Diciembre de ese mismo año fue aprobada la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela por más de 3 de millones de votos.  Este instrumento fortaleció el sistema presidencialista, extendiendo el mandato presidencial a 6 años y permitiendo una relección inmediata, lo que en caso de que el presidente fuera relecto tendría 12 años de termino presidencial, por encima del promedio del mandato en la región.

La oposición, desde la victoria electoral de Chávez en el 98 se hizo cada vez inferior, quedando marginada en las elecciones siguientes y teniendo un rol político cada vez más desafiante al gobierno, en un ambiente de polarización nunca antes vivido en Venezuela y que llevó a errores como las huelgas que paralizaron importantes sectores económicos del país, y el recordado ´golpe´ del 11 de Abril de 2002 en el que líderes de oposición jugaron un triste papel en un momento decisivo para la democracia del país.

La inversión social de los primeros años de Chávez fue moderada. El ingreso petrolero que se fue incrementando hasta lograr récords históricos permitió que en 2004, coincidiendo con un referéndum revocatorio solicitado por la oposición, se crearan las ´Misiones Sociales´ cuya definición podría ser un programa social paralelo a la administración pública. Las misiones se financiaban de forma directa por medio del excedente de ingreso petrolero, en Presupuestos Nacionales que han calculado hasta 80 veces menos de lo que realmente recaudan por barril.

En 2004 Chávez fue confirmado en su cargo con el 59,09% de los votos. La oposición quedó aún más desarticulada. En 2005 la oposición se abstiene de participar en las elecciones parlamentarias, dando paso a que el Poder Legislativo fuera controlado absolutamente por el partido de gobierno. Para 2006 se realizarían elecciones presidenciales, siendo relegido a Chávez con más votos que los obtenidos en 2004, el 62,84% de los votos.

En 2007, aprovechando el momento de victoria de su relección Chávez intentó reformar la Constitución, para poder extender su mandato a más de una relección, entre otras reformas. Esta vez debió enfrentar por primera vez  una derrota electoral, por menos de 1 punto porcentual. Luego de 2 años, en 2009, Chávez logró ganar la aprobación de la Enmienda Constitucional que dejó el paso abierto para el presidente y todos los cargos de elección popular de relegirse cuantas veces quieran, quedando en letra muerta el principio democrático de la alternancia.

Luego de casi 14 años en el gobierno, la gestión de Chávez ha estado marcada por altos y bajos  políticos, económicos y sociales. El evidente éxito de su gobierno ha sido sobrellevar las crisis. Cada día los venezolanos viven de crisis en crisis: la crisis energética ha modificado la forma de vivir de muchos, el suministro eléctrico ha dejado de ser constante para tener cortes imprevistos y programados; la crisis alimentaria, en un país que importa la mayoría de sus alimentos ha tenido puntos históricos de desabastecimiento de productos básicos, etc. Las crisis tienen un origen similar: la mala gestión pública. El gobierno de Chávez no ha logrado realizar una gestión eficiente, la mayoría de los cargos públicos se encuentran en manos de personas sin la capacitación para tales puestos. Los resultados son evidentes.

Para 2012 el escenario que se plantea para Chávez es muy distinto. A diferencia de todas las elecciones anteriores, la oposición ha logrado un nivel de articulación no visto antes durante la última década. En el 2006 el candidato presidencial fue seleccionado por medio de una encuesta; para 2012 los partidos se agruparon en la Mesa de Unidad Democrática y realizaron elecciones primarias en las que 3 millones de venezolanos eligieron a Henrique Capriles como candidato de la unidad entre otros 4 candidatos.

Capriles para el momento de ser seleccionado como candidato de la oposición se desempeñaba como gobernador del Estado Miranda, cargo al que fue electo en el 2008 con el 53,11% de los votos, ganándole al candidato del oficialismo por 7%. Su gestión en Miranda se aúna a la experiencia previa durante dos términos como Alcalde del Municipio capitalino de Baruta.  Henrique Capriles, a diferencia de Chávez, ha cosechado su experiencia política a través de los años, desde fue electo como Diputado en el Congreso y fue el presidente más joven de la Cámara de Diputados a finales de los años 90.

La campaña electoral de Henrique Capriles ha sido sin duda una lucha del más débil contra el más fuerte. El uso indiscriminado de espacios como presidente ha sido la característica principal de la campaña de relección, mientras que Capriles ha realizado casi 3 vueltas completas al país.

El mensaje central de Capriles es el progreso para los venezolanos. Se ha centrado en llevar un mensaje de esperanza, lo cual es un elemento vital en cualquier campaña electoral que desee llamar al cambio. Los venezolanos desean cambios que le permitan tener mayor calidad de vida, fundamentalmente la preocupación de los venezolanos gira en torno a la seguridad, éste es uno de los temas más sensibles para los ciudadanos ´de a pie´.

Venezuela se ha convertido en un violento país, en donde las fuerzas públicas de seguridad no son capaces de contener los efectos de las mafias organizadas y del hampa común. Cifras extraoficiales sitúan a Venezuela como el país más violento de la región, con más de 150.000 muertos por actos criminales durante el gobierno de Hugo Chávez. Llamar a la esperanza de tener calles seguras por donde poder caminar sin miedo quizás representa el anhelo de la mayoría de los venezolanos sin importar su posición política.

Venezuela  ´llega al llegadero´ el 7 de Octubre porque es una fecha en la que se hará una decisión histórica para el país y la región acerca de la forma en la que los venezolanos queremos el futuro. El modelo actual, promete a escasos días de las elecciones corregir los errores y mejorar su capacidad de gestión en los próximos 6 años. Esta promesa suena vacía, cuando luego del período presidencial más largo de la historia democrática de Venezuela y genera en muchos ciudadanos la inquietud de probar algo nuevo, de soñar con algo mejor.

Los venezolanos sueñan con la esperanza de tener un gobierno capaz de gestionar el enorme recurso petrolero para la diversificación económica y la generación de empleo, con la apertura de empresas privadas que inviertan en la generación de productos nacionales, con el rencuentro de todos sin importar el color del partido al que das el voto,  con el acceso a servicios de salud de calidad, con una educación que de mejores oportunidades a todos, con tener calles seguras, con acceder a la compra de una vivienda propia, en fin, con éstos y muchos otros sueños que para muchos parecerán algo cotidiano en otros países pero que en Venezuela representan a veces sólo una quimera. ´Llegaremos al llegadero´ el 7 de Octubre y sabremos cuál camino tomará Venezuela.