El mes de febrero del pasado año 2014 tuvo una importante significancia en Venezuela. Fue un mes en el que protestas ciudadanas tomaron las calles y bajo una convocatoria de la oposición, miles de personas marcharon buscando lo que llamaron una ´Salida´. El 12 de febrero quedó marcado en la historia con la sangre de tres venezolanos.

Un año después, el opositor Leopoldo López sigue preso en una cárcel militar,  acusado por el gobierno de instigar una ola de protestas en contra de Nicolás Maduro. Pasan los días tras las rejas, aislado de cualquier persona que no sea un familiar directo, esperando que un juez decida cuál será su futuro. Su esposa Lilian Tintori, define este proceso judicial como una ´lucha en contra de la justicia injusta´.

Miembros del poder judicial tienen bajo su responsabilidad casos en contra de funcionarios involucrados en los hechos que se tornaron violentos ese 12 de febrero. Para los dolientes de quienes murieron en las calles, las conclusiones son escasas y las interrogantes siguen sin ser respondidas, como es el caso de Jeneth del Carmen Frías Gonzales, madre de Bassil Da Costa.

Da Costa fue el primer manifestante que perdió la vida ese día, a manos de agentes de la policía política, que según investigaciones preliminares, no acataron la orden de permanecer en sus cuarteles y salieron a las calles a defender ´la revolución´. Frías no pierde la esperanza de que se haga justicia en el caso de su hijo y en otros casos como el de López “Debes tener mucha fuerza y mucha fe. Dios no nos desampararᨠdijo al diario El Nacional en una publicación especial del caso el pasado 8 de febrero.

Un año después de que miles se manifestaran buscando una ´Salida´ muchos venezolanos siguen sintiendo un descontento ante la situación política, social y fundamentalmente económica. Quizás, la diferencia con 2014 es que no todos están dispuestos a lanzarse a las calles, para terminar encarcelados por razones políticas, o peor aún, dándole a las Fuerzas Armadas una oportunidad de usar la recién adoptada medida de utilizar mecanismos de fuerza letal, en caso de ser necesario, para reprimir manifestaciones ciudadanas.

La ´Salida´ para muchos, especialmente jóvenes profesionales, parece seguir estando en los aeropuertos internacionales, en donde las despedidas son cada vez más frecuentes, con la esperanza de conseguir una calidad de vida mejor y un futuro que recompense el esfuerzo de dejarlo todo atrás. Aunque Nicolás Maduro dice que ¨Dios proveerᨠyo prefiero pensar como la madre de Bassil ¨Dios no desampararᨠa Venezuela.

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